Un empaste dental, un procedimiento aparentemente sencillo… que se puede complicar.
El hecho de que un empaste dental pueda, inicialmente, parecer un procedimiento sencillo y que un profesional con el título pertinente (o desgraciadamente en ocasiones sin él), puede realizarlo, hace que los pacientes confíen su salud en cualquier odontólogo sin ni si quiera conocer su formación o especialización, muchas veces por comodidad por ser el más cercano a su domicilio, otras porque el presupuesto es más económico…
Los precios baratos a la hora de realizar un empaste dental, especialmente en las clínicas tipo franquicia, que tienen una visión únicamente mercantilista del servicio odontológico, son un precio gancho, es decir, utilizan un procedimiento que habitualmente cualquier persona puede potencialmente realizarse, para atraer «clientela» al gabinete dental y una vez dentro poder «venderles» la necesidad de tratamientos mucho más rentables para el negocio (que no para el paciente) a precios ya no tan económicos.
No hace falta mencionar, que dicho empaste dental, esculpido a toda prisa «para que los números cuadren», no ha sido confeccionado teniendo en cuenta todos los procedimientos de aislamiento y limpieza necesarios para que el procedimiento sea un éxito, ocurriendo situaciones como las siguientes:
– No se ha aislado correctamente el campo operatorio: un empaste dental estético, como los que hoy en día se suelen realizar, necesita de unas condiciones de aislamiento absoluto, esto quiere decir, que el dentista ha de «perder el tiempo» colocándonos en dique de goma, que no es más que una fina lámina de plástico que envuelve en diente y lo separa del resto de la cavidad oral, evitando que la saliva y/u otros fluidos orales entren en contacto con el diente a tratar durante el acto operatorio. Además, el dique de goma evita que cualquier instrumento utilizado durante el procedimiento de restauración puede ser tragado o aspirado por el paciente, con el consecuente perjuicio para su salud que esto puede producirle.
– El material de obturación es colocado todo al mismo tiempo: debido a la naturaleza y propiedades del material que utilizamos a día de hoy para realizar un empaste dental, éste ha de ser colocado de una manera concreta, por capas, y endureciendo progresivamente cada una de las capas colocadas, para «ahorrar» tiempo en algunos casos, un empaste dental barato se coloca todo a una, sin invertir el tiempo necesario para su colocación y posterior endurecimiento, y esto puede causar problemas tales como: sensibilidad dental y/o filtración de dicho empaste con el tiempo, que hace que la caries progrese por debajo del mismo hasta llegar al nervio, produciendo el conocido dolor dental y en el mejor de los casos teniendo que hacer una endodoncia para intentar salvarlo.
– No se ha limpiado el tejido dental careado totalmente: cuando los procedimientos dentales se realizar mirando el reloj y no pensando en el paciente/persona que tenemos sentado en nuestro consultorio, las prisas y la falta de exhaustividad con el tratamiento que se esta realizando hace que en estos casos se ponga el material de obturación sobre una superficie dental que no está completamente limpia y que por extensión causará problemas en el futuro.
– El material utilizado para la restauración es de dudosa calidad: como es sabido por todos, los precios baratos en muchas ocasiones traer sorpresas. Sorpresas que puedan resulta dolorosas (y nunca mejor dicho) para quien las sufre. Es evidente que para abaratar un tratamiento, hay que recortar de algún lado. En el caso de un empaste dental, el composite es el material de elección (aunque existen otros) hoy día en la mayoría de casos. Como en todo, existen materiales de distintas calidades, unos aprobados por la Unión Europea como producto sanitario y otros de dudosa procedencia que no pasan ningún control de calidad, pero que gracias a internet y a los envíos internacionales es fácil conseguir. Esto que es algo que parece mentira que suceda y que como pacientes nunca pensaríamos que pudiera ocurrir en un país teóricamente avanzad como el nuestro, desgraciadamente sucede.
Estos son algunos ejemplo de por qué un empaste dental puede ser más caro en unos sitios que en otros, tenga en cuenta que un tratamiento médico no es solo un precio, a diferencia de un coche o un televisor de una determinada marca, que se vende exactamente igual en un establecimiento que en otro, un empaste dental es un servicio odontológico, por lo que el profesional elegido por usted para llevarlo a cabo es el máximo responsable del resultado final y que aunque inicialmente puede parecer un procedimiento sencillo puede conllevar multitud de complicaciones, incluso la pérdida de la pieza dental.
Nuestra recomendación, póngase siempre en manos de profesionales cualificados, con nombres y apellidos, no se deje engañar por la publicidad que aparece en televisión regalando tratamientos, recuerde que nadie da duros a cuatro pesetas. Consulte al Ilustre Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Valencia si quiere conocer más a cerca de los engaños que se anuncian hoy en día, en la mayoría de ocasiones por parte de las franquicias dentales.